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Las personas con discapacidad no son como niños

Publicado: 2021-06-16

Redacción: Andrea Burga

Es común escuchar que a las personas con discapacidad se les nombra con diminutivos: “cieguito”, “sordito”, etc. En ocasiones, también se cambian los patrones del habla al dirigirse a ellas: por ejemplo, se habla más despacio o más bajo sin que la persona con discapacidad tenga dificultades para escuchar.

Además, existe la creencia de que no podrán hacer actividades cotidianas porque son incapaces de tomar decisiones y porque siempre dependen de los demás. Por ejemplo, este mito se manifiesta cuando las personas con discapacidad van con un acompañante a hacer una gestión y en lugar de hablarle a la persona con discapacidad, se le habla al cuidador, asistente, acompañante o guía.

Por otro lado, la opinión de las personas con discapacidad muchas veces se menosprecia e inclusive, se les oculta información sobre determinados temas como la sexualidad.

A este tratamiento se le denomina infantilización, es decir, considerarles niños y niñas eternos. Este comportamiento restringe la autonomía de la población con discapacidad y genera una sobreprotección que, en muchos casos, impide el ejercicio de sus derechos, ya que se cree que sus decisiones y acciones son menos valiosas.

¿Qué consecuencias trae la infantilización?

La infantilización es molesta e insultante para las personas con discapacidad. Pero también trae consecuencias más significativas. Por ejemplo, ocultar información sobre sexualidad produce que las personas con discapacidad no reciban contenidos sobre consentimiento y abuso sexual, información que es útil para prevenirles de la violencia.

Por otro lado, asumir que una persona es dependiente hace que, efectivamente, las personas con discapacidad no tengan la oportunidad de ejercer su autonomía. Es imposible que una persona logre una vida independiente si los demás deciden y hacen todo por ella.

¿Qué puedo hacer para dejar la infantilización?

Muchas veces las actitudes infantilizantes se hacen sin intención, pero recuerda que es un comportamiento que puede ser ofensivo para una comunidad. No olvides siempre tratar a las personas con discapacidad como adultos.

Cuando te dirijas a una persona con discapacidad, evita hacerlo a través de diminutivos, el término correcto siempre será decir “persona con discapacidad”.

Escucha lo que la persona con discapacidad tiene que decir. Siempre dirígete a ella, incluso si no estás seguro de que podrá entenderte. Asumir que una persona es capaz, siempre será mejor que presumir que no lo es.

Las personas con discapacidad pueden realizar actividades cotidianas, trabajar, estudiar, y ejercer otros derechos si se les dan las oportunidades, las medidas de accesibilidad, los ajustes y los apoyos necesarios.

Fuente

https://asperbuho1090.wordpress.com/2017/09/19/infantilizar-a-los-individuos-diagnosticados-con-espectro-autista-no-solamente-es-ofensivo-tambien-es-peligroso/


Escrito por

SODIS

Somos una ONG peruana que promueve sociedades inclusivas donde se garanticen plenamente los derechos de las personas con discapacidad


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